Psicólogos del Sereges aconsejan serenidad y responsabilidad para enfrentar la pandemia

Un equipo multidisciplinario del Servicio Regional del Gestión Social (Sereges) trabaja con personas que dieron positivo al Covid-19 y familiares de pacientes con esta enfermedad; brindando terapias psicológicas cotidianamente, a través de líneas de WhatsApp, para ayudar hacer frente al desgaste emocional que ha provocado la pandemia, según informó el responsable del área, Roberto Camino.

Para el psicólogo es importante mantener la esperanza en este periodo de crisis, pero que este sentimiento debe ir enlazado con la serenidad y la responsabilidad, para que la población se proteja asumiendo nuevos hábitos de vida y redoblando el autocuidado mientras llegan las ansiadas vacunas.

“En nuestro trabajo rutinario, estamos recibiendo llamadas atendiendo casos de orden psicológico, dando prioridad al coronavirus. La pandemia está generando en las personas un desgaste mental, que provoca un estrés a través de miedo a padecer esta enfermedad; por esta razón colaboramos a todos los que requieran de apoyo para superar una crisis o estado de ansiedad”, acotó Camino.

De acuerdo a lo explicado, este virus está fuertemente asociado a la pérdida de vidas humanas y el temor de las personas va por ese lado. Así, la enfermedad estaría generando estados de ansiedad y estrés casi en todas las personas y en ese afán, de superar los temores, se podrían cometer errores peligrosos al acudir a la automedicación, sin una previa evaluación de orden psicológico y médico.

Según esto, es necesario que las personas reciban la información adecuada de los profesionales en salud; también continuar con el distanciamiento social y las medidas de bioseguridad, sobre todo en este periodo cuando las personas retoman algunas actividades. Mantener una inteligencia acorde a la emergencia y fortalecer el autocuidado serían los principales factores de una respuesta asertiva.

Consultado sobre la vulnerabilidad de algunos sectores sociales afirmó que, por la pandemia, todos quedaron en situación de riesgo; por ello sería necesario reeducarse, para asumir nuevos hábitos de convivencia en la sociedad y en las actividades laborales, que responden a las necesidades de alimentación, accionados por los instintos de supervivencia que motivan a arriesgarse.

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